La calle del Viejo Idiota

Aunque la relación entre Ramón María del Valle-Inclán y José Echegaray y Eizaguirre era tirante, se podría decir que  durante un tiempo fueron amigos. Se movían por los mismos círculos y solían coincidir en tertulias y cafés, pero esto no les ayudó a forjar la amistad.Valle

Valle-Inclán participaba habitualmente en certámenes literarios con el fin de ganar algo de dinero. En dos de ellos coincidió que Echegaray formaba parte del jurado y que en ninguna de esas dos ocasiones ganó el primer premio: en el convocado por el periódico El Liberal, en 1900, se presentó con Satanás y obtuvo el segundo premio; en el otro concurso ni se estimó su propuesta. Se dice que la opinión del madrileño fue decisiva para el fracaso de Valle-Inclán, y así él también lo creía, e inevitablemente brotó la enemistad.

A partir de entonces surgieron varias disputas que, aún hoy, recordamos; como cuando insinuó durante una tertulia que uno de los hijos de su enemigo era bastardo o como cuando le apodó «viejo idiota» y el insulto se hizo tan popular que cuando enviaba cartas a un amigo que vivía en la Calle de José Echegaray, las enviaba a la Calle del Viejo Idiota y llegaban sin ningún problema.

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